Estos proyectos requieren coordinación logística avanzada, control de normas urbanísticas y gestión de altas densidades y verticalidad. El desafío radica en combinar eficiencia, habitabilidad, seguridad estructural y visualización en entornos de alta densidad.
De acuerdo a datos recopilados, en 2021, esta categoría representaba el 53% de la nueva edificación en Chile.